8 sept 2012

El Salon del Cómic y la página desaparecida - Capitulo 8º

Los primeros años del Salón del Cómic de Barcelona, invitaron a todos los dibujantes e ilustradores del país a exponer nuestras obras en una exposición colectiva. Nos ofrecían un espacio dónde cabían cinco o seis páginas, protegidas por un cristal enmarcado, y la exposición era magnífica.
En el salón de 1985, que era el 5º que se realizaba, presenté varias páginas e lustraciones de distintos personajes. Una de ellas era esta, de Jan Europa, la primera página del episodio titulado “Ambrosía”.
El segundo día del salón, cuando fui a visitarlo vi, asombrado, que esta página había desaparecido. Aquel año los originales, estaban tan solo protegidos por un cristal que podía levantarse fácilmente y llevarse cualquiera de ellos. Pero la “afortunada” fue la mía.
Fui a la oficina de la dirección del Salón, me pidieron disculpas, pero me aseguraron que, en unos días, cobraría el precio en que había sido asegurada. Cuando entregábamos los originales nos daban a cambio un recibo con el precio en el qué, según decían, quedaba totalmente asegurada.
Pasaron los días, terminó el salón y, de una manera periódica, fui a reclamar el seguro que me habían prometido. Así pasó un mes, luego dos, tres, y cada vez me afirmaban que, en mi próxima visita, se  haría efectivo el importe del seguro (creo que eran 50.000 pesetas). Pero después de más de medio año me enteré de la realidad. Aquello no se consideraba un robo, pues no hubo violencia ni rompieron nada, sino tan solo un “hurto”, y el seguro no lo cubría.
A mí me dolieron, principalmente, dos cosas. En primer lugar que alguien me hubiese “hurtado” un original que dejaba la historia incompleta, cuando yo nunca había negado a ningún aficionado un dibujo si me lo pedían. Por suerte aquella página era la que aparecía en el catalogo del Salón, y pude hacer una copia de suficiente calidad. En aquella época las fotocopias no tenían la perfección de las actuales.
En segundo lugar, me dolió el engaño de la dirección de la Feria de Muestras, haciéndome creer durante meses, que recibiría el importe del seguro.
Pienso que la persona que cometió aquel “hurto”, con el paso de los años se habrá dado cuenta de que este no es modo de actuar en la vida. Y si alguien ve alguna vez el original de esta página, ya sabe su historia.
La próxima semana contaré algo divertido otra vez. Mi rápido paso por el mundo del comentario político en una historieta.

2 comentarios:

  1. Increíbles anécdotas, pero ciertas.
    Ojalá puedas recuperar algún día esa página.

    SAludos

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  2. Al cabo de tantos años, lo veo dificil. Lo que sucede es que a través de estos medios por lo menos se puede decir.

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