Ilustracion para la revista Princes Tina que realicé a través de Creaciones.
Una guarrada de narices.Creaciones Editoriales era la agencia para el extranjero de Editorial Bruguera. Rafael González era también en aquella época el director y, el agente en Londres, Luis Llorente.
Nos hicimos amigos y esta amistad se ha conservado hasta el día de hoy, años después de que la agencia desapareciese también.
A través suyo he trabajado para Inglaterra, Escocia, Alemania y, sobre todo, Holanda. He dibujado durante 37 años para la revista Tina. Primero para Oberon, la única editorial de otro país donde encontré, entre los editores y redactores de la revista, verdadera amistad, como sucedía en Bruguera. Aún hoy conservo este privilegio con los editores, redactores, dibujantes y guionistas holandeses que aún viven. Patty Klein, Jan Steeman, Ernst Winkler Kitty Smit y Anne Marie Tassier. Fueron años de alegría, risas y amistad que ya no se repitieron al cambiar la revista de empresa.
Uno de los momentos en que hubiese deseado que la tierra me tragara sucedió en Ámsterdam hace un montón de años, el día que conocí a los editores por primera vez, después de trabajar para ellos desde hacía un par de años.
Era una época de vacas gordas y los editores nos invitaron, a todos los colaboradores españoles que dibujábamos para ellos, a la celebración del 15 aniversario de la revista. Nos alojaron en uno de los mejores hoteles que había entonces, el Okura y, uno de los días, nos invitaron a una cena, con todo el equipo de redacción y editores, en un restaurante indonesio. Primero nos sirvieron un suculento aperitivo, en uno de esos barquitos que navegan por los canales de la ciudad, y allí empezó la tragedia. A mi no me gustan las comidas picantes y todo lo que servían aquella buena gente era peor que cien patatas bravas. Durante el trayecto todos empezamos a decir tonterías, a reír como posesos y, naturalmente, a llorar de tanto hacerlo. Esto duró más de dos horas hasta que, al fin, fuimos al restaurante a cenar. Allí ya nos dolía todo el cuerpo de tanta carcajada y la más mínima pequeñez nos dejaba sumidos en una hilaridad casi patológica. Entre dibujante, guionistas y editores éramos unos treinta que nos sentamos en una mesa en forma de T. Yo estaba sentado frente a la jefe de redacción y, digamos que en la parte superior de la T, a mi lado, estaban los editores. Muy cerca, al lado de la editora, frente a mí, estaba Purita Campos y su cara era todo un poema, congestionada de tanta risa: De pronto, y después de tantas cosas picantes, nos sirvieron una sopa que era comestible y, además, estaba muy buena. Cuando yo tenia la boca llena de caldo alguien dijo: “Esta sopa esta hecha con pelos de rabo de ballena” y como que en aquellos momentos todo nos hacia gracia, yo estallé en una carcajada contenida. Digo lo de “contenida” porqué, para no lanzar todo el liquido a la cara de la editora, mantuve la boca apretada y la risa salió por el único espacio posible: La nariz. Me salieron un par de candelas enormes, como aquellas que les cuelgan a los crios, pero en mi avergonzada nariz. En aquel momento, mientras treinta pares de ojos me miraban asombrados, fue cuando deseé que la tierra me tragara. Desgraciadamente no fue así y, después de limpiarme, naturalmente, seguí cenando sin atreverme a levantar la vista.
Afortunadamente, desde entonces, han cambiado varias veces de editores y no queda nadie, en la redacción de la revista, que pueda recordar aquel acontecimiento funesto que yo jamás olvidaré.
Jajajaaa!!! Ay Edmond, lo que me he reido!!! Hombre, los accidentes pasan!! XDDD
ResponderEliminarSi supieras la verguenza que pasé. Al salir del restaurante le pregunte a uno de los compañeros que vinieron si sabía lo que me había pasado y dijo: "Ah, que se te salieron los mocos?" Y estaba al otro extremo de la mesa!!
ResponderEliminarJajajajajaja; tremenda anécdota, pero más común de lo puedas creer...
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