Todos conocemos personas que tienen todas las enfermedades imaginables, y algunas más. Mi padre era una de ellas y ya va camino de los 105 años. Pero los médicos muchas veces se equivocan y, a veces, sus errores son irreparables. Cuando mi padre se rompió el fémur hace unos días, el cirujano quería operarle. Por suerte el medico internista no fué de la misma opinión y se esta recuperando lentamente.
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