Los ojos de una menuda-gran mujer que nació en la menuda-gran isla de Menorca: mi Madre.
He querido dibujarla en su primavera, cuando se abrian ante ella los caminos de su vida: el magisterio, la música y la pintura, y daba gracias por todo lo que la vida le ofrecia, bueno o malo.
Cuando su madre, mi abuela, murió hace muchos años, escribió y compuso esta canción que cantaba con su dulce voz. Yo no podría decir nada mejor.
MARE
Mare, Mareta, vine a mi
que estic molt sola
ton pit tan dolç vull per coixi
que es cel i es glòria.
Mare, Mare, tot ho ets tu
Mare, Mare, tot ho ets tu
Ni els rosers
ajuntant ses olors
no farien un bes
dels teus llabis
Ni dins del cel
cap estel no faria
la llum dels tus ulls
plens d'amor... plens de pau... plens de llum
que eixo ets tu, mare.
Mare, jo et cantaria cançons amoroses
si tingues veu d'ángel
I si fos Déu
dins un niu de rosers
sembraria la vida per tú
plè de llum, plè de pau, ple d'amor
que eixo ets tu.
Mare, mare, mare...
Onésima
Hola Edmond: Que bonito dibujo. Dar las gracias por todo lo que la vida le ofrecía, que buena reflexión Aprecio tu sensibilidad.
ResponderEliminarUn fuerte abrazo.
Gracias por tus palabras. Realmente era una persona extraordinaria, que daba gracias por todo, lo bueno y lo malo. Desgraciadamente yo no he heredado esta cualidad a pesar de su ejemplo durante toda su vida.
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